He oído hablar de Joan Didion cientos de veces. Durante muchos años no sabía quién era e incluso últimamente solo descubrí que era una autora de historia corta y no ficción, estadounidense, famosilla en parte por la gente con la que se codea, pero también querida por la crítica. Aun así, nunca tuve mucho interés por leerla. Pero hace poco busqué libros simples, breves o con historias cortas que poder leer en el trabajo y me acordé de Didion, así que encontré este en la librería y me dije que era hora de descubrir de qué hablaba todo el mundo.
Joan Didion ha escrito muchas columnas en revistas y periódicos durante medio siglo. En los años 60 y 70, especialmente, escribió mucho y estos textos no han sido publicados en libros tanto como los más recientes. Quizá por ello aquí empiezan a echar mano del baúl de los recuerdos periodísticos y la mayoría del libro son historias de finales de los 60 y principios de los 70, así que no sientes estar leyendo a una autora durante toda su vida, no ves cómo cambia (y en qué sigue siendo la misma) a través de los años. Más que nada, leemos sus historias sobre California y qué significa ser californiana.
No está mal. Evidentemente Didion tiene un punto de vista que no he leído mucho en otros autores. Me gustó leer su experiencia sobre ser una don nadie californiana en los 50, estudiar escritura creativa cuando aún no tenía mucho que decir (o no sabía cómo decirlo) y cómo aprendió el oficio con un trabajo modesto y aparentemente poco creativo en Vogue. La historia sobre Hemingway, lo que significa tomar decisiones cuando eres autor, también es muy interesante. Pero aunque son interesantes, están escritos de forma un poco… aburrida. Las leí por inercia, sin mucho disfrute, y sonaban repetitivas. Es preocupante que lo mejor del libro apenas se eleve a un meh.
Aparte de esto, el resto del libro (la mayoría de él) era aburrido, poco interesante en el fondo y en la forma, y cuando la autora se echaba un poco para delante y le ponía algo de emoción al relato sonaba un poco pollavieja. Muy boomer, muy anticuado, muy de creerse moderna y liberal cuando simplemente eres una machista de derechas, pero burguesa. Muy señora bien. Un poco lo que se puede esperar de una burguesa nacida en los años 30 y que se hizo famosa por codearse con otros burgueses de la industria del espectáculo, pero por alguna razón, durante años sus conciudadanos llevan repitiendo la mentira de que era una especie de sabia liberal.
En resumen, no sé si voy a leer algo más de esta señora. No es muy interesante, por decirlo finamente. Cuando escribe de cosas sin mucha chicha, no les aporta ninguna; y cuando escribe sobre momentos especiales de su vida privilegiada, les quita toda la chicha y los deja en pleno hueso, aburridos y monótonos. Lo único bueno es que me ha recordado lo genial que es Impossible Owls de Brian Phillips.